En una nueva Declaración adoptada en su Asamblea General anual en Berlín, la Asociación Médica Mundial reconoce que «el racismo es estructural y está profundamente arraigado en la atención médica y que esto es una amenaza para la salud pública».
El Dr. Osahon Enabulele, presidente de la AMM consideró que el «racismo sistémico es totalmente inaceptable. Puede crear barreras de entrada a la profesión médica para ciertos grupos históricamente excluidos». Estas fareras conducen a «resultados de salud adversos para los pacientes y a desigualdades de salud persistentes».
Enabulele considera que el rol de la profesión médica es crucial para lograr disminuir las desigualdades en la atención médica.
Compartimos en el siguiente enlace el texto completo a la Declaración de Berlín.